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  • Foto del escritorMarisa Volker

El secreto de los habitantes de Okinawa


“La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.”

Sören Aabye Kierkegaard

En Japón hay una pequeña y maravillosa isla donde sus habitantes viven saludables y felices, sin sentirse perseguidos por enfermedades como el cáncer o problemas de corazón, ya que ellas casi no existen. Se jubilan a los 80 años, y abundan las personas sanas de 100 años y más. Esta isla esta al sur de Japón, y se llama Okinawa.

¿Cuál es su secreto? ¿Por qué viven tanto tiempo?

Muchos se preguntan cuál es el secreto de esta feliz comunidad, y por eso un grupo de científicos hizo una investigación que llamo “The Okinawa Program”, donde asentaron todos los resultados de su investigación.

En este pequeño lugar donde abundan personas longevas y felices, hay personas que llegan a las 113 o 115 años. Como parte de las respuestas obtenida de la investigación, se encuentra la alimentación sana, comer pequeñas cantidades, con muchas frutas y verduras. Además de tomar bastante té verde cada día, hacer ejercicio y vivir de una manera optimista sin caer en la preocupación o las complicaciones de la mente. Siempre disfrutan de una siesta, se trasladan en bicicleta o caminando, y siempre buscan trabajar en algo que les exija un poquito de fuerza física. Además siempre buscan crear vínculos cercanos y sinceros con sus vecinos.

En esos pocos detalles podemos notar grandes diferencias con la vida occidental tradicional, donde el hombre siempre esta complicándose la vida, preocupado y se enoja muy fácilmente por todo. Las relaciones se han convertido en “desconfianza” y siempre pensamos mal de los otros, los juzgamos y/o criticamos, además de estar siempre consciente o inconscientemente compitiendo con los demás. Nuestro mal hábito de vivir estresados disminuye nuestra memoria, nuestro apetito sexual, y ralentiza nuestro metabolismo. Nada de esto nos ayuda a poder vivir sanos y felices.

En esta isla, la población joven está comenzando a adquirir malos hábitos o lo que podríamos decir hábitos occidentales, gracias a la comunicación tan abundante con el resto del mundo. Esto puede afectar este maravilloso record de nonagenarios felices de Okinawa.

En nuestra vida podemos tratar de sumar alguno de estos pequeños gestos, como saludar o sonreír a los que están adelante o atrás en la cola del supermercado, o en la cola del colectivo. Incluso si no estamos lejos, ¿Por qué no caminar?

Decirle palabras amables y alegres a nuestros vecinos, o hacer pequeños favores a otros. Poner atención a lo que comemos y bebemos también puede reportarnos cambios, que en suma pueden hacer una gran diferencia.

Vale la pena intentarlo ¿no?


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